EL CEPILLADO
Cada limpieza dental debe prolongarse por lo menos durante tres o cuatro minutos. Los movimientos, al comienzo circulares, después verticales y por último horizontales, deben ir cubriendo lenta y suavemente todos los dientes y las muelas. Este tipo de aseo, repetido varias veces a lo largo del día, contribuyen a evitar problemas dentales.
Es frecuente que el blanqueo de los dientes manchados, por lo general al consumo excesivo de café y tabaco, se intente con pastas dentífricas especiales, pero éstas no son aconsejable porque suelen ser abrasivas y pueden rayar el esmalte. La limpieza de estas manchas debe dejarse en manos del dentista, quien no sólo podrá indicar la clase de pasta dentífrica que se debe aplicar según la dentadura, sino que también dispondrá de modernos instrumentos adecuados para ello.
La higiene bucal diaria hecha a conciencia debe tener como complemento las visitas periódicas al dentista
EL CEPILLO DE DIENTES
Para lograr una eliminación de la placa dental y de los restos de alimentos que quedan en los dientes mediante una limpieza manual, el cepillo ideal debe tener cerdas suaves con las puntas redondeadas -con preferencia, de origen animal-, un mango largo y recto, con una cabeza lo suficientemente pequeña como para penetrar en la boca hasta alcanzar los dientes y las muelas menos visibles, y con la superficie de cepillado plana. Los cepillos de dientes deben renovarse con frecuencia, cada tres o cuatro meses, para evitar que las cerdas desgastadas dañen las encías.
Con los cepillos eléctricos se obtienen una limpieza más minuciosa de los dientes, pero no son los indicados para las dentaduras demasiado sensibles.
EL HILO DENTAL
Este hilo es muy útil como complemento previo al cepillado. Dado su escaso diámetro, penetra en lugares en los que los cepillos no suelen llegar, por lo que ayudan a eliminar los restos de alimentos y la placa no alcanzada por aquéllos. La introducción del hilo tenso entre dos dientes debe hacerse con suavidad para evitar que roce con fuerza la encía, pues ésta se desgarra con facilidad. Los mejores hilos son los no encerados, porque, al no resbalar, aseguran la eliminación de los desechos adheridos a la superficie de los dientes.
EL DENTIFRICO
Son diversos los dentífricos que se encuentran hoy en el mercado. Los hay en pasta, en polvo y líquidos, de distintos colores y sabores. Algunos contienen flúor, otros colorofila o urea, elementos destinados a neutralizar el efecto de las bacterias que pueden acumularse en los dientes y en las encías.
Los resultados concretos que pregonan los fabricantes no son concluyentes hasta el momento, pero todas las pastas dentífricas ayudan a eliminar la placa dental y, de manera especial, a reducir la incidencia de caries y de infecciones en las encías, así como también el mal aliento.
ALGUNAS DOLENCIAS BUCALES
La gingivitis, también conocida como estomatitis, está provocada por una infección generalizada que causa un estado inflamatorio de la mucosa bucal, y su curación requiere tratamiento médico para eliminar la infección. Como medida complementaria conviene efectuar frecuentes enjuagues de la boca con agua tibia durante el tratamiento.
La paradontosis o piorrea, que afecta con mayor frecuencia a las personas de edad avanzada, es una infección que se extiende por la pulpa dental y provoca frecuentes hemorragias de los vasos sanguíneos de las encías.
El color de los dientes suele ser hereditario. Sin embargo,
el color amarillo o las manchas oscuras son debidas, por lo
general, al café o al tabaco.
CONSEJOS UTILES |
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